El Parque
provincial de Ischigualasto o Valle
de la Luna, situado
en el extremo norte de la provincia de San
Juan, Argentina y es un área importante ya que resguarda una
importante reserva paleontológica. Es el único lugar que se puede
ver totalmente al descubierto. Se calcula que las formaciones
geológicas de este sitio tienen una antigüedad entre 180 y
230 millones de años.
El
parque ofrece un extraño paisaje, donde la escasez de vegetación y
una gran gama de colores en sus suelos, se marca un capricho en las
formas de los montes, lo hacen ser un lugar idilico para turistas,
tanto nacionales como extranjeros.
El
nombre de «Valle de la Luna» le fue dado por Victorino de Jesús
Herrera, hacia 1940. Comenzó a ser conocido y visitado cuando en
marzo de 1967, ya que publicaron un artículo ilustrado en el
rotograbado de La prensa con el título «Riqueza y belleza
natural del Valle de la Luna».
Ischigualasto es
un nombre de origen fiaguita, que significa: 'sitio en donde no
existe la vida' o 'lugar de la muerte'.
Historia:
En
el período Triásico, esta región constituía un inmenso lago,
rodeado de vegetación,
que funcionaba como hábitat de una gran variedad y cantidad de
especies. En la actualidad, todo lo que puede verse es desierto.
Fue aproximadamente hace 60 millones de años que las masas rocosas
de las Cordilleras de los Andes apretaron a la zona de Ischigualasto
contra las Sierras Pampeanas (Valle Fértil), exponiéndolas a los
agentes erosivos. De este modo, la naturaleza por sí misma ha
tallado asombrosas
siluetas que
la mente humana ha relacionado con cosas de la vida cotidiana.
“El
Gusano”, “La Esfinge”, “El Submarino”, “El Hongo”, son
algunas de las formaciones del Valle de la Luna, destacándose aún
más la “Cancha
de Bochas”,
una superficie sumamente plana sobre la que yacen esferas
perfectamente pulidas en forma circular, unidas al suelo. El Valle
Pintado,
donde se han hallado los restos fósiles más importantes; y
el Paisaje
Lunar,
adicionan seducción al ya fascinante valle de la luna
El Valle de la Luna, resiste constantes mutaciones.
El Valle de la Luna, resiste constantes mutaciones.
Flora y Fauna:
El
valle de la luna es producto del desgaste diferencial de las
distintas clases de rocas, estas extrañas formaciones
reciben sus nombres de las relaciones que la mente humana ha hecho
entre ellas y cosas de la vida cotidiana.
Se encuentra principalmente
vegetación arbustiva propia de la zonas desérticas. También suelen
verse algunas cactáceas como los puquis y varios cardones, además
de la chilca. En cambio, en los cauces temporarios se despliegan
bosques abiertos.
El
zorro gris, la chuña de patas negras y la calandria mora los cuales
son comunes en las inmediaciones de la entrada al área. Los altos
paredones rojizos son utilizados como apostaderos por varias aves.
También son la morada de como el chinchillón. Entre los arbustales
de los bolsones arenosos es posible ver algunas especies endémicas
de la Argentina. También pueden ser vistos en el parque guanacos y
suris cordilleranos.
Bibliografía:
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